La tira cómica de un gat@ de sexo indefinido, donde los roles de los personajes rompen los estereotipos, es el motivo de la exposición que estará hasta el 27 de febrero en la 3ª planta del edificio Sabatini del Museo Reina Sofía: Krazy Kat es Krazy Kat es Krazy Kat.
Su autor, George Herriman (Nueva Orleans, 1880 – Los Àngeles, 1944), es considerado como uno de los más importantes creadores del cómic estadounidense. Pero para mí, lo más interesante de este cómic es la ruptura de estereotipos, la innovadora creación de personajes ajenos a sus roles y la configuración de tramas completamente disruptivas para la época: un gat@ de género indefinido, con inclinaciones sexuales diversas, que además promueve el sufragio universal en una época donde la raza, la condición LGTBIQ y el feminismo no eran temas recurrentes. Genial muestra para grandes y criaturas, con una enseñanza universal: sé libre de ser, sentirte y actuar.
Esta retrospectiva pretende acercarnos al mundo de George Herriman, con la intención elevar el cómic a medio masivo de influencia artística, en contra de los prejuicios asociados como un arte “inferior”, o como un subproducto artístico asociado a la baja cultura y dirigido a un público infantil.
Krazy Kat es un gat@ de sexo indefinido, que ama al ratón Ignatz, pero el amor no es recíproco: Ignatz le agrede continuamente y le lanza ladrillos a la cabeza, gesto que Krazy interpreta como actos de amor (buen momento para desmontar uno de los mitos del amor romántico: el amor no hace sufrir y nadie que te quiere te tratará mal). Por otro lado, Krazy tiene un admirador secreto, el perro policía Ofissa Pupp, que trata de evitar los ataques y encarcelar al ratón a modo de castigo. Además de todo esto, la obra de Herriman se presta a numerosas lecturas e interpretaciones: distintos elementos indican que Krazy es afroamericano: su forma de hablar, el argot, o ciertos detalles recurrentes en el dibujo, como el banjo de calabaza que a menudo aparece en sus manos (instrumento muy común entre los esclavos de las plantaciones). Por otra parte, la indeterminación del género de Krazy, ha permitido que proliferaran lecturas desde el ámbito de la teoría Queer que han recontextualizado a Krazy en el presente, convirtiéndole en un referente del colectivo LGTBIQ.
En la ruptura de estereotipos, el escritor E. E. Cummings describe lo siguiente: “el perro odia al ratón y venera al gato, el ratón desprecia al gato y odia al perro, el gato no odia a nadie y ama al ratón”. ¿Qué mejor enseñanza para nuestras criaturas, este gat@ que no odia a nadie y que es completamente auténtico?
Mil gracias al ilustrador Jose Fragoso por la recomendación ;-).