Coeducar significa educar en igualdad. Cuando hablamos de coeducación hablamos de integrar a las criaturas en un mismo aprendizaje y con los mismos referentes, proporcionando a las criaturas de herramientas para eliminar el machismo, el sexismo, la violencia, las desigualdades, la homofobia y la violencia machista.
Hoy quiero hablaros de este tema, porque si preguntamos a cualquier madre, padre o educador, es muy probable que esté seguro de que educa en igualdad; afortunadamente queda poca gente que deliberadamente eduque de forma diferenciada. Sin embargo, cuando profundizamos un poco, nos damos cuenta de que la coeducación es más difícil de lo que parece.
Coeducar significa:
Dejar libertad a niñas y niños para que expresen sus feminidades y masculinidades como prefieran: hay muchas maneras de ser una niña o un niño y no debemos encorsetarlos con estereotipos. Nuestras criaturas tienen que saber que son libres de sentir y reafirmarse como prefieran.
Usar lenguaje no sexista: debemos asumir que lo que no se nombra, no existe. Niñas y mujeres estamos completamente invisibilizadas en el lenguaje, debemos hacer esfuerzos por utilizar un lenguaje inclusivo, nombrar a las niñas también, si hay mayoría de mujeres o niñas utilizar un genérico femenino: “¿Venís todas a mi casa?”. Intentar usar palabras genéricas neutras como ciudadanía, en lugar de ciudadanos, criaturas en lugar de niños, y, si es necesario, hacer desdobles como niñas y niños. Que las parte femenina vaya primero es una manera también de hacer ver que no siempre la parte masculina debe ir antes.
Tener a mano referentes de mujeres positivas y diversas en todas las áreas: personajes femeninos poderosos en libros, cine, o series. Mujeres que han realizado aportaciones a la historia, la ciencia, la literatura, el arte, y la tecnología. Pioneras y revolucionarias.
También necesitamos referentes de masculinidades diversas, que nuestros niños y niñas vean que hay muchas maneras de ser un chico, y que se puede ser sensible, comunicativo y emocional.
Utilizar un sistema de cuotas para las actividades: fomentar que haya niñas y niños cuando se juega al fútbol, cuando se cocina, cuando se limpia, o cuando se juega a la comba. Seguramente cuando tengan diez años no van a querer hacerlo, pero si se les enseña desde que nacen, asumirán con más naturalidad la ruptura de los estereotipos.
Renunciar a los estereotipos en juegos y juguetes por parte de niñas y niños, y favorecer que los niños jueguen a las muñecas y las niñas a las superheroínas. Es la única manera de que reconozcan en el futuro esos roles como propios.
Educar en la diversidad, para que sepan que hay personas muy diferentes, y que ser distinto no es algo negativo, y aprendan a respetar la diferencia.
Todo esto y mucho más lo podéis encontrar en mi libro: .