En casa tengo dos libros de Chimamanda Ngozi Adichie (escritora y feminista nigeriana), uno se llama Todos deberíamos ser feministas (en los colegios de Suecia es lectura obligatoria) y el otro se llama Querida Ijeawele, cómo educar en el feminismo. De Random House, ambos hablan de forma muy sencilla y clara sobre lo que es el feminismo.
El primero está basado en esta charla TED que Chimamanda dio hace unos años, donde cuenta cómo se convirtió en feminista, os dejo su inspirador vídeo a continuación.
El segundo es una guía para educar en el feminismo a nuestras hijas, basada en una carta que escribió a una amiga Ijeawele cuando le pidió consejos para educar a su hija Chizalum. Se sustenta en quince puntos, quince puntos que son la base del feminismo más simple:
- Sé una persona plena. La maternidad es un don maravilloso, pero no te definas únicamente por ella. Eres más que una madre. “Todo el mundo tendrá una opinión de lo que deberías hacer, pero lo importante es lo que tú quieras y no lo que los demás quieran que quieras”.
- Hacedlo juntos. Compartid equitativamente los cuidados de los hijos e hijas. Los padres tienen que estar implicados en los cuidados y en las responsabilidades equitativamente, evitando el término “ayudar”, ya que entonces se asume que el cuidado de los hijos es terreno materno en el que los padres se aventuran valerosamente. No lo es, asume lo que le corresponde.
- Enséñale a tu hija que los roles de género son una tontería. Nunca le digas lo que puede o no puede hacer “porque eres una niña”. “Porque eres una niña” NUNCA es una razón para nada. Y si a una niña le gusta el fútbol y le aburren los vestidos no se está comportando como un chico, se comporta tal cual es.
- Ten cuidado con lo que llamo Feminismo Light. Es la idea de la igualdad femenina condicionada. Recházala por completo. Porque es una idea hueca, tranquilizadora pero falta de sustancia. Ser feminista es como estar embarazada. O lo estás o no lo estás. O crees en la igualdad total de las mujeres o no.
- Enseña a Chizalum a leer. Enséñale a amar la lectura. La mejor manera de hacerlo es mediante el ejemplo. Si te ve leyendo, comprenderá que leer es valioso. Los libros le ayudarán a entender el mundo y a cuestionárselo.
- Enséñale a cuestionar el lenguaje. El lenguajes es el repositorio de todos nuestros prejuicios, creencias, lo que damos por asumido. Pero para enseñarle esto, tendrás que empezar por cuestionar tu propio uso del lenguaje.
- Jamás hables del matrimonio como un logro. El matrimonio no es un logro ni algo a lo que deba aspirar.
- Enséñale a rechazar el tener que gustar. Su trabajo no es ser deseable, sino realizarse plenamente. No tiene que quererla todo el mundo, debe ser honesta y preocupada por la igualdad entre las personas.
- Dale un sentido de identidad. Es importante que sepa que la identidad de una misma la construye ella, y que debe coger lo bueno de su cultura y dejar lo malo.
- Fíjate en cómo tratáis el tema de su apariencia, tiene que sentirse a gusto consigo misma.
- Enséñale a cuestionarse nuestro uso selectivo de la biología como razón para las normas sociales. Los privilegios que disfrutan los hombres se pueden cambiar: las normas sociales las crean las personas y las personas las pueden modificar.
- Háblale de sexo y empieza pronto. Probablemente sea embarazoso, pero es necesario.
- Llegará el amor, así que asúmelo.
- Al hablarle sobre la opresión, ten cuidado en no convertir a las y los oprimidos en santos.
- Háblale sobre las diferencias. Convierte la diferencia en habitual. Haz normal la diferencia. Enséñale a que valore la diferencia.
Una buena manera de iniciar a nuestras hijas en el feminismo y una forma perfecta de que vuestros hijos aprendan, desde que son pequeños lo que es el feminismo y que los roles sociales y estereotipos son muy dañinos para las niñas y para ellos mismos.