Gloria Fuertes fue uno de los referentes durante mi infancia, cuando no sabía ni qué era el feminismo, ni el compromiso social, ahí estaba ella con sus libros de poesía y cuentos cargaditos de mensajes que fueron haciendo poso en mí. Hoy es un referente de la poesía adulta y la literatura infantil y un ejemplo de mujer empoderada, de las heroínas reales que las mujeres queremos tener para encontrar fuerzas para luchar por nuestras ambiciones.
El Centro Cultural de la Villa de Madrid rinde homenaje a esta escritora con una retrospectiva gratuita (gracias a la Fundación Gloria Fuertes) sobre su vida, desde el 14 de marzo hasta el 14 de mayo: Gloria Fuertes 1917-1998 es un recorrido a través de sus objetos personales, de su vida y su obra en el centenario de su nacimiento. Una mujer subversiva, feminista, pacifista, reivindicativa, surrealista, poetisa, siempre del lado de los desfavorecidos, poeta social por excelencia.
Así que nos acercamos para poder ver la exposición y conocer un poquito más a esta poeta de referencia. En casa leemos sus versos a menudo, y gracias a esta exhibición hemos conocido otros tantos versos tan suyos, tan reales y sencillos (“escribo deliberadamente mal para que os llegue bien”), tan llenos de recados importantes que hoy siguen igual de vigentes.
La primera parte de la exposición recoge objetos y fotografías de su infancia, poemas que hacen referencia a su niñez, después nos adentramos en la época de la guerra in-civil (como ella la llamaba), y en su exitosa época dorada, donde su poesía tenía esa esencia transformante, donde puso su grano de arena para mejorar el mundo.
Casi al final podemos encontrar un espacio para las criaturas, donde tienen unas pizarras donde escribir sus propios poemas o hacer sus dibujos, y una parte con su perfil más público, aquél en el que salía por televisión y recitaba sus poemas a los niños.
Al final de la exposición, nos dejan un hueco para expresarle nuestro agradecimiento a esta genial escritora, que en mi caso impactó de forma brutal en mi vida y a la que no puedo dejar de agradecer su influencia, tanto de niña como de adulta.
Una auténtica inspiración. Una exposición imprescindible que reivindica a una autora para adultos y niños. Una mujer comprometida, con una obra que abre los ojos y que no deja indiferente. Nostalgia pura de la buena.