Si viajas a París es imprescindible visitar uno de los museos más importantes del mundo, pero tienes que saber que visitar el Louvre con niños es una experiencia muy distinta a si lo haces sin ellos. Tienes que preparar bien la visita para que les resulte entretenida, divertida y enriquecedora.
1. Compra la entrada por Internet: es fundamental para evitar colas innecesarias. Si no lo haces, no entres por el acceso de la Pirámide, es el que más colas tiene. Hay otros cuatro accesos más con mucha menos gente.
2. Elige muy bien lo que quieres ver. El museo es inmenso y dicen que se tardarían tres meses enteros en verlo detenidamente. Por eso es muy recomendable identificar las piezas que no te quieres perder y las salas en las que asumes que estarás más tiempo (por ejemplo, con niños las salas dedicadas a Egipto son indispensables). Nosotros teníamos unos imprescindibles: la Venus de Milo, la Batalla de Samotracia, La Giocconda, La libertad guiando al pueblo, Las bodas de Canaa, Eros y Psique.
3. Crea unos cuadernos con lo que van a ver. Cuando visitamos museos tan grandes y con tantas obras, yo les hago un pequeño cuaderno con las piezas más importantes, con la historia de cada una, para que vayan marcando las que van encontrando y las identifiquen rápido. Nada como entrar en su web y organizar la visita.
4. Las audio guías del Louvre son de otro mundo. Tienes la Louvre-Nintendo 3DS ™ XL (en castellano también), y puedes descargarte la app “My Visit to the Louvre” y crear tu guía personalizada.
5. Piérdete. Una vez que hayas visto las obras imprescindibles, déjate llevar por donde más les apetezca a los peques, párate donde ellos tengan curiosidad, escúchales. Es sorprendente lo que les llama la atención a los niños.
El Museo del Louvre con niños, y cualquier otro, puede ser una experiencia estupenda si preparas bien la visita. ¿Te animas?