Siempre que se acerca el final del año, es inevitable hacer balance de lo que ha supuesto en nuestras vidas el año que termina. 2017 pasará a la historia como el año en el que se produjo la Marcha de las Mujeres en Washington, en el que las actrices de Hollywood reivindicaron la igualdad salarial y en el que ya no se callan los abusos y violaciones (#metoo). Es el año en el que las mujeres pararon durante media hora en el trabajo el día 8 de marzo en España y se manifestaron de forma masiva ese día. Pasará a la historia como el año en el que las agresiones sexuales y las violaciones son denunciadas en alto y se exige que no se condene a la víctima. Es un año de gran conciencia social por parte de las mujeres, en el que muchas se han dado cuenta del machismo al que estamos sometidas y de que todo esto tiene que cambiar YA.
Debemos seguir luchando para hacer un mundo más igualitario. Mientras lo conseguimos, no está de más educar a las futuras generaciones para que sean feministas desde pequeñitas. Aquí va una lista de 6 propósitos feministas que podemos llevar a cabo con nuestras criaturas como madres, padres y educadores:
- Evitar los estereotipos. Vamos a intentar darle la vuelta a los roles de niña y niño. Para evitar que las niñas sean débiles y complacientes y que los niños sean duros y oculten sus sentimientos. Dejemos que sean como ellos quieran ser, vamos a enseñarles que hay muchas formas de ser una niña y muchas formas de ser un niño. Vamos a mostrarle a los niños que es bueno ser sensible y saber escuchar, vamos a decirle a las niñas que no deben ser complacientes y pueden luchar por lo que quieren. Para eso, revisemos detenidamente todos los referentes a los que tienen acceso: lecturas, televisión, cine, publicidad, juguetes… vamos a animarles a que revisen con capacidad crítica todo lo que les rodea.
- Fomentar el empoderamiento de las niñas. Vamos a darle a nuestras niñas todas las herramientas para que sea la niña que quiere ser, para que aspire a lo grande. A través de estímulos creativos, literatura, cine, talleres y juegos.
- Revisar la masculinidad de nuestros niños. Los primeros que tenemos que reprogramarnos somos las madres y los padres, y entender que se puede ser un niño y un hombre de muchas formas posibles. ¿Y qué si quiere jugar con barbies y muñecos? ¿Y qué si se quiere vestir de princesa? ¿Y qué si es muy sensible y llora? Abramos nuestras mentes para que ellos abran las suyas.
- Referentes femeninos. Tanto las niñas como los niños necesitan tener referentes de mujeres que han conseguido lo que se proponen, que alcanzan puestos de poder y responsabilidad, que hacen cosas importantes. Llenemos de libros, películas y series protagonizadas por niñas y mujeres fuertes, visibilicemos a todas las niñas y mujeres que tengan a su alrededor que hacen cosas interesantes y que mandan. Vamos a llevarles a conciertos de mujeres, exposiciones de mujeres y arte creado por mujeres. Vamos a enseñarles las fascinantes vidas de científicas y astronautas.
- Diversidad. De nada sirve todo esto si en casa se critica lo diferente, o no se acepta lo que se sale de la norma establecida. Un ambiente abierto es fundamental para que se sientan libres de ser, sentir y hacer con libertad.
- Demos ejemplo en casa. Tenemos que fomentar la corresponsabilidad para que vean en primera persona que los hombres cuidan y se responsabilizan de las tareas del hogar igual que las mujeres. Porque es igual de importante cuidar que ganar dinero.
El 15 de enero estará a la venta mi libro, Educar en el feminismo, donde os voy a hablar de todas estas cosas, y de muchas más, para que podamos hacer de nuestras criaturas personas más libres y más justas. Si no puedes esperar al 15 de enero, en Amazon y te llegará en esa fecha :-).
¡Feliz y feminista 2018!