Con tantas vacaciones de verano, los peques tienen tiempo libre para piscina, campamentos, aburrirse y crear, y noches en las que pueden descubrir películas nuevas. Es el momento perfecto para iniciarlos en otro tipo de cine de animación, con otros trasfondos y producciones más ambiciosas. Por eso entra en escena un ilustrador, productor y director de cine japonés llamado Hayao Miyazaki.
Algunos lo llaman el Disney japonés, pero no os engañéis, no tiene nada que ver. A pesar de que en Japón ha tenido una repercusión similar a la de Disney, y que sus películas contienen cierta moralina, el parecido acaba ahí. El director trata sus películas con mucha más complejidad psicológica: mientras en Disney los personajes se redimen a través del amor y abundan los tópicos, el universo de Miyazaki destaca precisamente porque se convirtió en un icono cultural rechazando los efectos especiales, el 3D, continuando con la animación tradicional, huyendo del mainstream y otorgando más protagonismo a la naturaleza y lo que le rodea, que a los propios personajes, algo que parece no encajar con la cultura contemporánea. Incluso se asocia cierto anarquismo a su perspectiva, donde se percibe que todo progreso humano es una falacia. Pero lo realmente subversivo de sus películas es que, a pesar de su oposición a la vida moderna y la tecnología, convierte cada una de sus filmes en faros de esperanza, donde mezcla tristeza y belleza. [Read more…]