Hoy os voy a enseñar un cuento que tiene doble utilidad: por un lado puedes leerlo y admirar sus ilustraciones, y por otro puedes tirar de imaginación y buscar finales alternativos, hacer cambios en el desarrollo de los personajes… las comecuentos hacemos cambios cuando una historia nos parece que puede tener varias lecturas.
Desde el principio confesaré que José Campanari es el autor de otro cuento que me enloquece casi más que a mis hijas, Sígueme, una historia de amor que no tiene nada de raro y de la que pronto os hablaré aquí. Y por otro que el trabajo de Inés Vilpi como ilustradora me parece muy adecuado y la edición de Mil y un cuentos (M1C) además es interesante.
cubierta de Inés Vilpi |
Dicho esto pasemos al cuento. Es un álbum ilustrado donde el protagonista es Sapo Manuel Quenorrana, un sapo que vive con sus padres en la laguna de un palacio donde vive una princesa.
La princesa llora que te llora a orillas de la laguna, ¿por qué?, porque busca su príncipe encantado en forma de sapo para besarlo. Y ese sapo no es Sapo Manuel Quenorrana, pero ya descubriremos quién es.
A pesar de la manida historia del sapo y la princesa, Campanari le da la vuelta completamente y lleva al sapo protagonista a vivir una serie de aventuras hasta descubrir un secreto de familia.
¿Dónde entra la imaginación y la historia alternativa en este cuento? Veamos, voy a confesar en esta entrada mi sensibilidad hacia los contenidos en los que los personajes femeninos de los cuentos representan roles sexistas. En este caso la princesa espera y llora por su príncipe encantado, y yo les pido a mis comecuentos que busquen una alternativa y que encuentren otros motivos por los que este personaje puede estar triste y por qué un príncipe encantado puede solucionar su problema (por supuesto después ya me encargo de desmontar la idea de que hay que buscar un príncipe encantado).
Por suerte, Campanari nos da pie a elucubrar, ya que hay un momento en el que la princesa se ríe y nos deja decidir por qué. Las comecuentos hemos decidido que la princesa se ríe porque se ha dado cuenta de que esperar al príncipe encantado era una tontería y que ella puede ser muy feliz sin él.
Así que en esas estamos, este cuento puede tener muchas lecturas, es muy divertido y los personajes además nos dan una lección de que podemos ser felices siendo feos, sapos y sin princesas.