Flora y el flamenco es un álbum ilustrado creado por Molly Ilde y editado por Barbara Fiore Editora. Sí, es un cuento de color rosa. Y sí, me apasiona a pesar o gracias al color rosa, de hecho lo recomendé las pasadas navidades, y hoy me he animado a hablar de él, porque es una de las lecturas favoritas en casa.
Flora es una bailarina que comienza su danza con muchas dudas y algunos tropiezos, con su gorro de piscina, su traje de baño y sus aletas, junto con el esbelto flamenco que la acompaña y guía.
Pero poco a poco va a encontrar el equilibrio y la armonía. En esta historia no hace falta texto, hace falta música, la música que uno se imagina cuando observa las ilustraciones de esta danza de la amistad entre la niña y el flamenco. La secuenciación de las imágenes es suficiente para completar la historia. La ternura de cada una de ellas está llena de detalles, de gestos de la niña protagonista; una pequeña historia recogida en un cuento extremadamente bello, perfecto para educar la mirada de nuestros niños y niñas.
¿Y qué problema hay con el rosa? Igual que defiendo fomentar la igualdad entre los niños y niñas, también hay que reconciliarnos con la idea de que los colores no tienen género, y que tenemos que abrir la mente con el color rosa para que no siempre sugiera algo cursi, si no que el contenido sea el que identifique lo cursi o no. Este cuento no por ser rosa es para niñas ni es cursi, es una obra especialmente tierna, preciosa, que muestra la belleza de la danza desde el humor y desde la ternura.
Por eso es tan recomendable Flora y el flamenco. Tenéis que disfrutarlo con vuestros niños y niñas.