Hoy os traigo una ficción perfecta para ver en familia con adolescentes (o sin ellos): la serie Merlí. Ahora mismo se puede ver en Netflix y Movistar, pero es una producción original de TV3 rodada en catalán (se puede ver doblada al castellano también), que trata sobre un profesor de filosofía llamado Merlí, interpretado por el actor Francesc Orella, que empieza a trabajar en el instituto en el que estudia su hijo adolescente, Bruno, que lidia con una crisis personal.
Planteada y resuelta de forma brillante (es un producto cerrado de tres temporadas), tengo que decir que es de las mejores ficciones sobre adolescentes que se han producido en nuestro país: su gran valor reside en que nos presenta un docente capaz de despertar el inconformismo en sus alumnos a través de la filosofía: cada capítulo lleva el nombre de un filósofo, y su trama se gesta entorno a sus ideas principales, que tiene las herramientas para resolver el conflicto planteado. Esto puede parecer secundario, pero es el eje de una historia cuya intención clara es entretener y hacer que los adolescentes desarrollen el pensamiento crítico (y de paso las personas adultas) y sean capaces de dudar y cuestionar todo lo que se les muestra como realidad. La filosofía es la única disciplina que enseña a pensar más allá de lo convencional, a cuestionar el mundo y a sacar conclusiones, y en esta serie se muestra cómo el pensamiento filosófico es capaz de dar respuesta a problemas cotidianos. Algo muy necesario ahora que peligra esta asignatura en los planes de estudio.